El autor de "El Camino secreto de Santiago", Rafael Lema, nos cuenta los entresijos de un libro de cabecera para nosotros, editado por Edaf.
"El Camino secreto de Santiago. La ruta pagana de los muertos"
La ciudad
de Santiago y su Camino tienen fuerza, independientemente de la mentira que los
hizo célebres. Es la gran ruta universal, la única pues nadie peregrina a pie,
bici o caballo a Roma o Jerusalén; ni ningún santuario alcanza una dimensión
internacional como este. Es una camino lleno de sincretismo, de unión de
culturas y tradiciones unificadas, que vale para todos, tiene el lenguaje
universal de las estrellas, del humanismo.
La cueva
de la supuesta tumba es uno de los ombligos del mundo, un punto mágico,
telúrico, de primer nivel, un bosque sagrado celta, un <<campo de estelas
romanas>>, un sitio ritual cientos de años anterior a la fabricación en
un scriptorium benedictino del mito jacobeo. El camino, de igual modo, es una
ruta milenaria enriquecida y amplificada por el cristianismo que reconvirtió
viejas peregrinaciones al espacio donde la Vida y la Muerte se confunden; como
se siguen confundiendo en Galicia en las encrucijadas, o en los primeros días
de noviembre en las tradiciones aún vivas en el país donde pervive la cultura
más ancestral de la vieja Europa. La Galicia de los santuarios en activo
asentados sobre templos o lugares de cultos muy antiguos y poco católicos.
Más allá de Compostela
Los
peregrinos, desde el inicio del fenómeno jacobeo, seguían hasta el mar, el
océano Atlántico. Somos muchos los que creemos en la existencia de un camino
originario, primitivo, precristiano, sobre el que se asentó con firmeza y
vocación permanente la peregrinación jacobea, el hecho de más trascendencia en
la historia de Galicia y uno de los elementos culturales claves de España y de
Europa, en la época de la formación de los actuales países de la Comunidad.
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