Muxía posee un gran magnetismo sobre nosotros.
El Santuario de Nuestra Sra de la
Barca es uno de los
rincones más visitados de la Costa de la Muerte.En el mes de septiembre (el
segundo fin de semana) llega a su punto de efervescencia con la visita de miles
de devotos, muchos llegados a pié, para rendir culto a la Virgen. Es un lugar
mágico además, por el ancestral culto a las piedras, por ser antiguo centro de
prácticas esotéricas y poseer una importante fuerza telúrica.
La Pedra do
Cadrís, La Pedra do Timón o la Pedra de Abalar se consideran piedras milagrosas
y son objeto de numerosas ofrendas. Se mezcla el culto religioso, con fuerte
impronta jacobea y los ritos paganos.
La
tranquilidad, las puestas de sol y el mar que golpea este trozo de litoral
son motivos para el regreso a esta zona después de que se haya conocido.
El santuario y las piedras mágicas están situadas en el término municipal de
Muxía, en la comarca de Fisterra, y esta es la meta alternativa de la
prolongación del camino jacobeo luego de llegar a Finisterre, se debe de
proseguir hasta aquí. Una leyenda dice que aún se puede escuchar los versos del
poeta Buserán por las noches entre las rocas.
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