X.M.Lema
@xmlema
La Costa
da Morte es tierra de percebes. Hombres y mujeres salen a batirse con el mar,
porque allí dos las manos del viento disparan ráfagas de mar, allí está el buen
percebe. Los crustáceos tiene ese salado acento salvaje que los convierten en
sultanes de las mesas.
En
diferentes localidades de la comarca y de Galicia hay percebes, pero es en
Corme donde llevan dos décadas honrando a este producto mediante una fiesta
singular: La Festa do Percebe do Roncudo, que por cierto este año se celebra el
7 de julio.
Me
considero un amante de los percebes, y por mi voto seguirían con su actual
estatus monárquico de Reyes del marisco. Como decía un pariente, se deben buscar
esos “nin mui grandes nin mui pequenos”, que sean bien proporcionados y que
entren calentitos en el paladar. Y todo bien regado, por supuesto.
Degustar
percebes es toda una sinfonía de sensaciones. Una navegación por el buen gusto
a la que intento sumarme cada vez que puedo.
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